Había olvidado que tenía un blog en el cual podía escribir cuanta barrabasada se me ocurriera sin que nadie me juzgara, sin qué nadie opinara (porque no tengo seguidores, o bueno, eso pensé hasta que entre hoy y tenia uno, y no me importa cuantos tenga), sin ese miedo a ser juzgada, a ser señalada, a ser enviada a donde un psicólogo, cosa que se le agradezco en el alma a mi amiga, gracias por preocuparse por mi, pero confieso, que eso a veces me hace sentir mal, me hace sentir loca, me hace sentir mas desubicada de lo que me siento, o de lo que posiblemente estoy.
Ayer habría sido el día ideal para recordar que tenia un blog, ayer, cuando no era nadie, cuando no era sujeto, cuando era un ente al que con los ojos cerrados se le escurrían las lágrimas en el transmilenio que iba para su casa, ayer fue uno de esos días en que uno dice, "Jueputa, hoy no doy mas, no aguanto mas, estoy cansada, no se pa onde voy, no se que hago, no tengo nada, me siento vacía, fracasada, perdida". Sí, ayer fue uno de esos días, donde lo único que quería era llegar a la casa y poder abrazar a alguien y contarle lo que sentía, lo que pensaba, lo que me pasaba, alguien que me abrazara y me diera la confianza para agarrarme a llorar, pero como sabía que al llegar a la casa, a la única persona que iba a encontrar iba a ser a mi hermano, y que la conversación iba a ser esta: Yo: Qiubo (Despues de media hora de que llegue porque estaba dormido) El: Qiubo, Yo: Que mas? Como le fue? El: Ah bien, estoy mamado, Yo: Jajajaja, de qué, El: ahh de estudiar, ud sabe que a mi me toca muy duro, Yo: Ajá. Conversación que tal vez iba a ser la mas larga de la noche, porque en el transcurso de la noche solo íbamos a cruzar unas cuantas palabras mas. En ese momento, en el momento en que recordé y acepte que eso iba a encontrar cuando llegara a la casa, decidí dejar las lágrimas para otro día, como dicen por ahí, decidí hacerme la loca, hacer de tripas corazón, y fue así como olvide que estaba mal, que había tenido un mal día, que no quería mas, que estaba agotada, y que solo quería acostarme a dormir y no despertar no se en cuanto tiempo, tal vez en una hora, o en un mes, o en un año, o nunca.
Esta entrada tiene casi 1 mes de haberla escrito... pero no se porque no la había publicado... bueno, casi un mes después, aquí está
Esto es una terapia, una forma de conectarnos unos con otros en tiempos en los que es más difícil hallar conexiones reales. Uno vomita lo que siente y alguien viene, lo lee, se conmueve, se siente identificado. Es la nueva forma de conversar, de sentarse a tomar un cafecito; el futuro del que me hablaban cuando empecé a estudiar CS&P. Yo abrí un blog y empecé a escribir en él como un año después. A lo mejor el psicólogo sea el último recurso porque el penúltimo es éste. Me gusta leerte.
ResponderEliminar